El servicio de salud pública en Paraguay está limitado por la carencia de recursos técnicos, económicos y humanos, además de falta de gratuidad en la atención, a pesar de las políticas legales vigentes. Para la atención en salud mental se destina únicamente el 1% del presupuesto anual de la nación para salud.
Afortunadamente, la nueva política nacional de salud mental, aprobada en enero del 2011, se orienta a la erradicación de las violaciones de los derechos humanos sufridas por los usuarios, por medio de la desmanicomialización gradual y la reinserción comunitaria.
Con el objetivo de ejemplificar los servicios de salud mental en Paraguay, en este artículo se presentan antecedentes, informes y políticas que resumen la situación actual en la que se encuentran las personas con discapacidad y trastornos mentales, además de los nuevos proyectos planificados para la próxima década.