Como contrapropuesta a las visiones elitistas y mercantilistas de los países ricos y de las corporaciones trasnacionales las posibilidades de vida digna, de libertad, igualdad y fraternidad hay que buscarlas en niveles, estilos y calidad de vida que han sobrevivido con mayor o menor fuerza en la vida de solidaridad, resiliencia y proactividad de los pueblos originarios. El propósito de esta presentación es señalar estas tres características, más de aspecto comunitario, como complementarias de resistencia, reciprocidad y autonomía, que de alguna manera son más bien expresiones de acción política. El método será reflexionar a partir de un marco analítico inspirado en nuestra propia experiencia comunitaria. Para esto será clave tomar en cuenta el contexto histórico y geográfico de varias experiencias. Lo que tenemos comprobado es que la integración comunitaria y la politización requieren de una base estructural, y de cohesión social como frutos de una fuerte conciencia de dignidad. Estas son condiciones que se pueden reforzar en la vida de una experiencia si se percibe apertura en las interacciones, humildad en el enfrentamiento de los conflictos y confianza en el peregrinar hacia los horizontes utópicos de una vida digna.