Una de las alternativas que ha probado su eficacia para el manejo de ansiedad y depresión es la Activación Conductual (AC), ya que empíricamente ha demostrado tener buenos resultados, además de presentar menos abandonos (Pérez-Álvarez, 2007). Hopko, Lejuez, LePage, Hopko y McNeil (2003), señalan que la AC es igual de eficaz que el tratamiento médico para la depresión mayor. La AC tiene como objetivo que el paciente esté “en acción”, más a conductas que a pensamientos o ideas irracionales (Barraca, 2009). El objetivo del presente estudio fue determinar los niveles de ansiedad y depresión de pacientes con enfermedad crónica hospitalizados, del Hospital Juárez de México, y aplicar un programa breve de intervención cognitivo-conductual, con activación conductual, basado en un programa elaborado por Becerra-Gálvez (2013), y analizar el efecto de esta intervención sobre la mejoría de los niveles de ansiedad y depresión en pacientes hospitalizados. Los resultados demostraron que después de esta intervención los pacientes redujeron significativamente sus niveles de ansiedad y depresión. Asimismo, se analizaron las implicaciones de estos resultados y las limitaciones.